Una mano me recorre la espalada mientras yazco boca abajo. La deliciosa sensación que me invade en este momento no la cambiaria por nada. Unos labios se unen a los mimos y abro uno de mis ojos para encontrarme con la mirada somnolienta de Caleb. Desvió la mirada un momento y veo como la luz se filtra por la r*****a de una de las ventanas. — Necesitamos levantarnos — murmuro en tono quejumbroso. — El despertador todavía no ha sonado— murmura antes de inclinarse y dejar un beso en mis labios. Suspiro — ¿Cómo dormiste? — inquiere. Sonrió cerrando de nuevo el ojo. — Lo poco que me dejaste dormir, lo hice muy relajada — me burlo. — La culpa es tuya — comenta en tono suave. Ruedo quedando boca arriba quedando a solo unos centímetros de su rostro. Ajusto la sabana sobre mi pecho. Pero es