¡Con un semblante digno de quien se preparaba para empujar a todo el que se cruzara en su camino, Lara bajó las escaleras de su casa como alma que lleva el diablo!
Vega – ¡Hija! ¿A dónde vas tan rápido? ¿Acaso no piensas desayunar?
LARA – Papá, buen día, no te vi (bajó la cabeza sonrojada)
Vega – Me di cuenta. ¿Por qué la prisa? Aun falta un rato para ir a la oficina… ¿acaso estás nerviosa por tu debut? No me lo creo de ti…
LARA – ¿Qué dices? ¡Lara Vega no se asusta por cosas así! - (ambos sonrieron) - ¡Es solo que debo ir al aeropuerto a buscar mi coche!
Vega – ¿Tan rápido llegó?
LARA – Pues sí, porque inicie el trámite días antes de venir, así lo tenía para hoy. Voy a buscarlo. ¡Nos vemos en la reunión!
Todos estaban en la sala de juntas aquella mañana cuando entró Lara, una vez m
