José llegó a su casa y saludó a los más pequeños. Cuando le tocó el turno a su esposa, esta estaba algo triste… Malena – Lara, te espera en el jardín… (Mirando al suelo, preocupada por su hija y por verla tan triste, sin saber por qué). Vega – (Abrazó a Malena muy fuerte y la besó en la frente, con mucho cariño). No te preocupes, mi amor. Lo que sea que le pase a nuestra hija pasará pronto, lo sé. Volverá a ser la misma de siempre. Malena – ¿Es por Lucas? Vega - No lo sé. Malena – (Llorando). Es que llegó muy mal, se fue al jardín y no quiso hablar. Solo me pidió que te avise que te espera, mi vida, ¡¡no puedo verla sufrir!! (Vega volvió a abrazarla y cuando por fin se calmó, fue al jardín). Lara estaba distraída, mirando un punto fijo en el horizonte. No sintió los pasos de su padre