34.- La testigo.

1427 Palabras

—Entonces señorita Fiorantti, ¿Cómo se declara?—preguntó el fiscal mirándome a los ojos fijamente.          —Estoy cansada de explicarle que no sé de qué me están acusando—respondí con cansancio. —No sea insolente señorita, solo limítese a responder lo preguntado—respondió el agente oficial de la interpol. Rodee los ojos con frustración estaba harta de tener que fingir que no sabía nada  acerca de todo lo que me acusaban, cuando realmente estaba  muy clara de todas mis fechorías. No me hacían sentir orgullosa pero tampoco me avergonzaban. Había pasado un día en aislamiento y por fin pude dormir en paz, sin miedo a que me hicieran algo. Después de varios días viviendo lo cotidiano en esta prisión, fui llevada a la fiscalía de Sicilia, donde seria finalmente juzgada. Así que me encontrab

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR