— Chiqui, siento lo del otro día. — Adrián besó la frente de su hermanita quien ya estaba acostada en su cama. — ¿Me dirás que pasó? ¿Qué era eso tan importante que viste en el rio? — Ella ladeó el rostro para el lado contrario. — No tiene caso, tú tienes más problemas por resolver ahora. — Parecía algo triste. — Además, ya lo solucioné. — Esa es mi hermanita. — Le enredó el cabello. — Hey! — Lo detuvo. — Ya no soy una bebé. — Yo siempre te veré como mi hermanita. — La molestó. — ¿Me harías un favor, entonces? — Su hermano prestó atención. — ¿No puedes simplemente seguir la tradición para que las aguas se apacigüen? — ¿Quieres que termine con Paola? — Ni siquiera su hermana estaba de su lado ahora. — Escucha, Paola suena genial como la describes, pero es