¡¿Acaso te volviste loca?!, me reprochó con descaro, Ana, mi lado vampírico. ¿En qué estabas pensando al desatar a ese monstruo?
¡En salvar lo que tú tratabas de destruir, tal vez! ¡Maldita traicionera!, me defendí. ¡Y antes que digas nada, no me tragó todo el rollo de “lo hice por un bien común”!
Sí, había desatado al apocalipsis profético, literalmente lo había dejado libre; y sí, ahora huía de la reacción de mi padre porque soy una cobarde, y también, porque quería inútilmente encontrar a ese ser. Sí, era una completa estupidez, pero había una pequeña posibilidad de… No, probablemente me mataría antes de que intentara algo, sí es que la encontraba en primer lugar.
Era consciente de que había hecho mal al acceder a su pedido, pero ¿qué querían que hiciera? ¿Ver cómo la loca esta mat
