[Diego] Puedo sentir las manos de Valle acariciando mi pecho por debajo de mi playera provocando que todos mis sentidos se alarmen y me hagan querer más. Esta vez ni hemos llegado a la cama, simplemente me dejé caer sobre el sofá y ella se sentó sobre mí para besarme lentamente con ese sabor a miel de sus labios, del que ya soy adicto. Las manos recorren de abajo hacia arriba y después desaparecen un poco en mi cuello mientras yo la acerco a mí y puedo sentir su pequeño vientre. —Te amo Valle—le digo entre besos mientras comienzo a desabrochar el blusón que se puso este día y dejo al descubierto esa hermosa lencería que siempre me toma por sorpresa. La de hoy es de color n***o, se le ve tan sensual ese sostén que no dudo en besar sus pechos. Sí, sé que Sam dice que he cambiado, pero