El trayecto al hospital se me hace eterno, no sé cuánto tardamos de viajar del piso para acá, el tiempo se ha detenido y sigo sin entender qué pasa. De pronto las puertas se abren y de inmediato bajan a Valle, millones de preguntas surgen en mi cabeza y al verla completamente inconsciente delante de mí mientras la meten a urgencias es algo que mi mente no logra comprender, hace horas estaba bien, ahora ya no. Escucho miles de indicaciones que se dan entre los doctores y yo sólo camino detrás de la camilla sin perderla de vista ¿sigue respirando? ¿Seguirá viva? ¿Mi hija sobrevivirá? ¿qué pasa si pierdo a ambas hoy? Meten a Valle a un pequeño cuarto y observo en cámara lenta como le ponen sondas y encienden monitores, el silencio de mi mente se interrumpe. — ¿Usted es el esposo?— escucho