Horas después, Ashton estaba sumergido en sus pensamientos, cuando Antonella entró a la oficina sin siquiera tocar, algunos chismes no estaban tan lejos de la realidad, era verdad que ella se sentía la nueva dueña de Hooudin, no trabajaba como era debido, y su excusa era que se estaba adaptando.
—Ya es hora de la comida, ¿Vamos juntos?.
Ashton la miró y sintió una oleada de coraje invadirlo, era cierto que alguna vez la amó como un loco, y debido a eso no sé dio cuenta de la realidad.
Ahora podía ver claramente que ella era la verdadera manipuladora, y tuvo muchas ganas de ignorarla cuando lo llamó, odiaba también a Hugo, se sentía un tonto, ayudando a las personas que tanto daño le habían echo, pero al menos tendría su conciencia tranquila.
Respiró hondo y sonrió. —No puedo, tengo tra
