Los días siguientes, Clarisa se dedicó solo a trabajo y a esquivar a Ashton, por alguna razón, no quería verlo, en especial porque siempre estaba con esa mujer pegada a su brazo. Pero, un Lunes por la tarde, no pudo esquivarlo más. —¡Clarisa!. Clarisa se detuvo al ver a Scott, ella iba llegando y él parecía que iba de salida, llegó hasta ella y sonrió muy feliz, como si el momento hubiera sido el más oportuno. —Llegas temprano. La chica asintió, tenía algunas clases libres, y quería adelantar trabajo, quería terminar rápido y huir de aquel lugar, olvidar a Ashton y dejar de sentirse tan miserable. —Si, no tuve mi última hora de clases. —¿Ya comiste?. —Aun no—Respondió ella. Había pensado en comprar un sándwich, pero ahora ya no lo disfrutaba en absoluto, de solo pensar en comida, su