Acaricio con mis dedos el delicado rostro de Zae que se retuerce bajo mi agarre en su cuello, se estremece con mi tacto, tiene las facciones más angelicales que he visto en mi vida, sus ojos mieles brillan en odio y furia, su mano aruña la mía buscando mi rostro veo palidece, seguramente solo ve la cicatriz pero no mi rostro. Mi agarre en su cuello toma fuerza obteniendo un gemido de dolor de su parte, es ahogado, es tan bello ver cómo cree que la voy a matar, es mística. — Suéltame... — gime con enojo. — Preciosa... — la llamo mirando parte de su tatuaje, la toalla alrededor de su cuerpo amenaza con caerse — que bien se ve eso... — mi dedo toca las puntas de la marca en forma de árbol. No puedo seguir tocandola, ella usa de su capacidad para soltarse de mi empujarme, eso no pasa, se s