Zae Swer Escucho a Demian ordenar a Zahra que llame el doctor y ordenar que no deje entrar a nadie que no sea el doctor, Milo o Sebastián, me carga en sus brazos hasta llevarme al sofá, contengo mi sonrisa concentrándome en una respiración lenta y no mover mis ojos debajo de mis párpados, lo que menos quiero es que note que lo estoy engañando para que no reciba a Celine. Me acuesta con delicadeza en el sofá, sus manos toma mi rostro, hago una lucha enorme por qué mi corazón no se acelere. — Maldita sea — gruñe abrazándome — todo estara bien mi luna, no te dejare ir — asegura a mi oído besando mi frente con mucha amor. Sus brazos me envuelven con cariño y delicadeza, respiro lento y trato de no tocarlo, alguien toca la puerta obligando que se aleje. No... Lo deseo cerca de mi de forma