Stella Fui a casa de Taylor y Sean me abrió la puerta. Habíamos quedados para echar el día en un parque y Taylor se había quedado dormido, así que había decidido ir a su casa para hacer algo mientras esperaba. Le sonreí a Brad, que estaba en el salón con un libro y un cuaderno abierto. Me sonrió y me rasqué mi costado. — ¿Te pica? —me preguntó. — ¿Qué? — El tatuaje. — Ah sí, un poco —me levanté el chaleco y Brad se acercó para mirármelo mientras Sean también lo hacía. — No, no está infectado, es normal que te pique a veces. — No sabía que te habías hecho un tatuaje —dijo Sean. — Yo tampoco —todos miramos a Taylor, que me miraba con el ceño un poco fruncido. — Bueno, hay muchas cosas que no sabes —dijo Brad. Lo que no me esperaba para nada fue el golpe que recibió de parte de Taylo