Realmente ha tenido muy buen gusto para elegir la comida y ni hablar del vino. Dejo mi copa a un lado y me le quedo mirando de la misma manera que él me mira a mí. —¿Puedo preguntar qué sucede?— Cuestiono con mucha curiosidad y sonríe. —Me he quedado mirándote porque realmente eres un paisaje divino de observar. Me pregunto cómo es que tuve la suerte de encontrarte siendo soltera aun...— Expresa y muerde sus labios haciéndome perder la razón. —Bueno, ya te he contado anteriormente que resultó que mi ex tenía esposa e hija...— Comento evitando detalles. –Digamos que él ha sido una de las relaciones supuestamente más serias que he tenido. – Explico y niega. —Aún no puedo creer que haya sido tan imbécil, aunque en el fondo debería agradecerle porque de otra manera tú y yo no nos hubiésem