14 de diciembre No tengo ni la más remota idea de cómo hacer para concentrarme en el trabajo. Solo sé que no puedo dejar de pensar en él y eso me está haciendo perder el enfoque en todo lo que se supone que debo hacer. Leo por quinta vez el borrador del contrato que debo presentarle a uno de mis clientes y vuelvo a perderme en la misma parte; esto es imposible. Entre risas y rabia conmigo misma, tomo mi móvil y le escribo un mensaje al culpable de esta situación. Serena: “No consigo concentrarme en el trabajo a causa tuya. Llevo leyendo la misma parte del contrato cinco veces.” Le reclamo. Su respuesta no tarda nada en llegar. Gael: “Estamos igual, guapa. Me hablan de fechas de lanzamiento de productos y ni siquiera soy capaz de anotarlas en mi agenda porque no puedo concentrarme en