Al día siguiente: 5 de enero El sol pega en toda mi espalda haciéndome sentir demasiado calor y a eso debo sumarle la calefacción, y el cuerpo caliente de mi novio que al parecer hará que ahorre un poco en energía con su alta temperatura corporal. Me destapo y me doy la vuelta intentando poder dormir un poco más, pero es imposible. Miro el reloj sobre la mesita de noche del lado de Gael y no puedo creer que apenas son las 8:30AM y yo ya estoy despierta en mi último día vacaciones antes de que el lunes deba regresar a trabajar. Tengo la intención de levantarme de la cama y prepararle el desayuno a Gael, pero su mano sujeta la mía antes que pueda ponerme de pie. — ¿A dónde crees que vas guapa? — Me pregunta y me jala para que caiga prácticamente sobre él. —Iba a prepararte tu desayuno. —