Abigail intentó evitar al profesor el resto del día, era desesperante tener que verlo, sobre todo porque ella lo que más deseaba era poder ir con él, y dejar todo en sus manos, pero no podía darle una responsabilidad tan grande a Gabriel, sobre todo cuando no tenía ninguna posibilidad de ganar, irrisoriamente las cartas del destino ya estaban barajadas, ella iba a tener que permanecer con Dominic, y por desgracia no había nadie quien pudiera sacarla de allí, más que el mismísimo Dominic, que por supuesto no lo iba a hacer. –Hola Roy – la chica se acercó al mastodonte y se subió en el auto. –Ha salido temprano hoy – dijo el hombre, mirándola con el ceño fruncido y entrando en el auto. –Si, no asistí a la última clase, estoy un poco cansada. –¿Necesita que la lleve al hospital? Tengo