Habían pasado tres días desde esa noche en que Dominic había llevado a Abigail al hospital, tres días en que la chica había estado completamente dormida, le habían administrado sedantes para que su corazón pudiera respirar con normalidad durante los días que estuviera allí, parecía que todo volvía a la normalidad y que Abigail iba a estar bien, y Dominic no podía sentirse más agradecido por eso. En el trascurso de aquellos días, el hombre no había querido apartarse del lado de Abigail, no había querido dejarla sola, él solo se había apartado del hospital para ir a casa y cambiarse de ropa, a Dominic ni siquiera le había interesado comer, no le interesaba que pasara con él, de la única persona que podía preocuparse en ese momento era de Abigail. El hombre llego en la mañana al hospital