Cumpliendo con su rutina de todos los días, Abigail se vistió con jeans negros, ajustados, una blusa color azul bebe de mangas cortas y las únicas zapatillas blancas que había en su closet, y fue a presentarse con Dominic para que aprobara su atuendo, igual que todos los días, haciendo lo mismo que había estado haciendo desde que llego allí, rendirle tributo a un hombre que no era capaz de darse cuenta de que lo estaba haciendo no era correcto. Ella toco a la puerta con el puño, y espero hasta que él la dejara pasar. –Tengo que irme en diez minutos – le aviso Abi sin demasiado entusiasmo. Dominic la vio de arriba abajo, frunció el ceño, y entonces se fijó en que Abigail últimamente se veía más desganada que nunca, la chica parecía aburrida, deprimida, y eso de alguna forma lo molesta