Dominic, que seguía aun consternado por lo que Abigail le había dicho, sabía que quizá apartarse de ella era la mejor de las ideas, él no estaba planeando rogarle, no estaba planeando arrastrarse para que ella durmiera con él, o para que le diera un beso ni mucho menos, si después de todo Abigail seguía creyendo que él era un monstruo entonces no sabía de qué otra forma cambiar esa imagen que ella tenía de él. Dominic no conocía de grandes gestos y no sabía cómo tener uno con una chica que seguía siendo una desconocida para él, una desconocida porque ella se negaba a dejarlo entrar en su vida y a conocerlo como él era realmente. Asi que como no veía otra alternativa, lo único que Dominic pudo hacer aquella noche fue empacar sus pertenencias y buscar un destino en el globo terráqueo que