Abigail llego al jardín, y se sentó en el pequeño columpio con rabia. –¿Un mal día? – pregunto Charlotte, que había visto llegar a la chica. –Ni que lo menciones – Abi bufo. –Claro – Charlotte se puso en pie, con la intención de dejarla sola. –¿Por qué te vas? –Porque siempre que vengo contigo estas de mal humor, y no quiero generar más problemas – dijo la pelirroja con una mueca. –No, no es culpa tuya, lo lamento. –No importa, no quiero inmiscuirme en cosas que no me corresponden. –Quédate, Charlotte – Abi toco con la palma de la mano un espacio al lado del columpio. La pelirroja fue hasta donde Abigail y se sentó al lado de ella, ninguna de las dos dijo nada más, quizá porque no hacía falta hablar, ambas tenían demasiado en lo que pensar, pero se hicieron compañía hasta