Por fin, lo dije. Le acabo de pedir a la mujer más increíble que conocí en mi vida que se case conmigo. Las manos están sudandome, ella aún mira el anillo que llevo en la mano, no se mueve no me dice nada. La espera me esta matando. Metafóricamente hablando por que soy inmortal. Dharani se separa un poco de mi y se gira, fija sus ojos en mi y abre los labios, pero no dice nada. El ya conocido aleteo rompe el doloroso silencio, muchísimas mariposas vuelan por nuestro lugar secreto, todas ellas dejando un hilo de brillos a su paso, haciendo florecer aún más este lugar. —¿Estás seguro de hacer esto? ¿Realmente quieres pasar la eternidad conmigo? —Sí Dhara, quiero pasar mi vida entera contigo. Sería capaz de vivir y morir todas las veces que sea necesario para llegar hasta ti de nuevo. Pa