Los rayos del sol se cuelan por la ventana, puedo ver las marcas de la mujer que se encuentra dormida en mi cama, resplandecen con el sol, eso no lo había visto antes. Hago un repaso de lo que sucedió anoche, nuestros cuerpos ardían juntos mientras las mariposas de ella y las mías revoloteaban por la habitación. La sensación de que hay algo que estaba buscando desapareció y creo saber por que. Era ella lo que mi alma buscaba tan desesperada. Antes de que decidiera irme del reino en donde estaba viviendo, nada me motivaba a dejar ese lugar, estaba feliz, tranquilo, aprendiendo cosas de las antiguas brujas, pero ese día, un vacío me llenó el pecho, sentía la urgente necesidad de salir de ahí, ir a cualquier lado y buscarla. Anoche cuando estuvimos juntos pude verla, sí llevaba el cabello