El silencio dentro de aquel auto era un poco incómodo, por lo que Diego decidió poner un poco de música para aligerar el ambiente. Rose jamás había discutido por un hombre, se sentía un poco ofendida y enojada, se negaba creer que ese sentimiento, eran celos, no había razón para estar celosa, Diego le dio su lugar. Lo miró y sintió cosquillas en el vientre, era tan atractivo, siempre con esas camisas de vestir que se ajustaban a su cuerpo dejando ver lo bien trabajado que estaba su tórax, sin duda debía de ir al gimnasio, de lo contrario no tendría esa musculatura, siempre con su cabello perfecto y su rostro sin imperfecciones, era tan guapo. —No te enojes, ella no significa nada para mi. —No estoy enojada— dijo Rose rápidamente. Hubo un silencio y luego…—Pero ¿Por qué ella fue a busca