Un día después de esa desastrosa visita a casa de sus padres, Ian partió a Namibia. Eso, dejo un malestar en mi cuerpo y un mal sabor de boca. Roger fue claro: Ian debía terminar con nuestra “absurda” relación si quería que él interfiriera. Ahí entendí el malestar de Ian y yo misma quise ir a cantarle la tabla completa a su padre. Por su parte, la prensa está destrozando la imagen de los Wolf, eso podría repercutir con los próximos negocios en puerta. Mientras espero noticias de Ian me ocupo de algunas cosas. Ambos pensamos seguir adelante con nuestros planes y es por eso que hoy tendré que asistir a una cita con la organizadora de bodas que mi madre me recomendó. Así que, con mi mejor actitud, decido ir a la cita. Sé que Ian lo aprueba y no vamos a detener nuestros planes, por est