Luisa me había salvado la semana solo por hoy haré el turno de la tarde y el resto de la semana voy a poder hacer mi trabajo por las mañanas.
Selene estaba feliz al saberlo cuando le conté luego de enviarle la invitación que su hijo yo., escogimos.
«Sí, por supuesto.»
Resoplo y escribo sobre la libreta de notas. Por más que quiera concentrarme en mi trabajo me encuentro reviviendo la consulta en la clínica de fertilidad.
Creo que todo fue demasiado para mí, y aunque regrese a la oficina del doctor Terrence debo admitir que salí de ese lugar sintiéndome nerviosa.
Supongo que es solo debo asimilar lo próximo.
—Brooke.
Miro a un lado y Luisa se acerca cargando un ramo de flores.
—Han dejado estas en la entrada y son para ti —sonríe con suficiencia —supongo que son de tu prometido o de
