La tensión entre Ian y yo es palpable. Desde nuestro pequeño intercambio, luego de que supiera que trabajo con Andy en el hospital, Ian y yo hemos mantenido la distancia por el bien de ambos. Mi cabeza y corazón están en una constante lucha de sentimientos. Los días pasan con lentitud y estoy desesperada por saber los resultados del procedimiento. Pero, algo entro de mí me dice que hay una gran posibilidad de que el tratamiento funcione. Eso quiere decir que tendré que lidiar con estos sentimientos nueve meses más. Suspiro. — ¿A qué debo ese suspiro? Ahogo un grito cuando escucho la voz de Ian. Estoy en la sala de juegos buscando algo de privacidad. «Bueno, no sirvió de mucho.» Me encojo de hombros sin saber cómo responder a eso. —Brooke. — ¿Qué? ¿Ya no estás enojado por mi om