La visita de Ian me dejo un cúmulo de sensaciones. Una parte de mí sentía que no debía aferrarme a ese sentimiento de anhelo y la otra parte me gritaba que estaba dispuesto a luchar por mí. «Que le deje entrar de nuevo a mi vida.» Pero una cosa es pensarlo y la otra es hacerlo. Suspiro mientras miro a través de las calles de Londres. Acabamos de llegar. Me siento emocionada y al mismo tiempo nostálgica. Pero decido tomar las cosas como vengan. Necesito tiempo para mí y pienso disfrutarlo. Además, esta distancia me hará bien para saber que siento y como proseguir con mi complicada vida junto a Ian. A mi lado, Lottie habla por el móvil y concertar un par de citas para el día siguiente. Según ella, es importante para el crecimiento de la fundación. Cuando nos detenemos en una de las