Han pasado un par de días desde que todos saben la verdad sobre nuestro matrimonio, el dinero y que el bebé que perdí fue producto de una inseminación.
No he tenido la cara decir a casa y verle la cara a ninguno.
Sin embargo, debo cumplir con mis obligaciones.
Así que me preparo para ir a la fundación antes de ir a mi turno en el hospital.
—No me gusta verte triste —espeta en tono bajo Ian a mi lado mientras desayunamos.
Intento darle una sonrisa, pero no es del todo sincera.
Ian ha sido de ayuda, pero él también necesita de mí en esto.
—Supongo que es comprensible que se sientan de esa forma —me encojo de hombros.
—Así es, pero ven que nos hieren con su indiferencia.
Suspiro.
—Hoy intentaré hablar con mi madre.
Asiente.
—Esta tarde llegan los Baker —anuncia.
Ian me había cont
