Después de nuestra visita al doctor, decidimos venir a casa y no llamar a nadie, queríamos este momento para los dos.
Sé que suena algo egoísta, pero ninguno quería decir mucho ahora, pensamos decirles con más calma.
—Tenemos decisiones que tomar, Wolf —murmuro cuando Ian se mete a la cama llevando solo un chándal de pijama.
Tengo en mi regazo el iPad y un pequeño vaso con yogur con trozos de fresa, y algo de melocotón que Benson preparo esta tarde.
Ian se inclina hacia mí y observa lo que estoy haciendo.
—Necesitamos cuna, vestidor, monitor de bebé, cambiador, con espacio suficiente para ambos.
Murmuro entre bocados.
Este, arquea la ceja.,
—Todo debe ser doble.
—Exacto, cariño —le miro —había pensado en la habitación de en junto, decorarla con colores y mobiliario neutro…
—Te ve
