—Creo que podría quedarme aquí por un buen tiempo —suspiro mirando alrededor de la ciudad —Ni lo sueñes —espeta Ian a mi lado con mirada seria. Lo miro con sorna. Hemos decidido dar un paseo luego de una rápida parada en la farmacia. Ahora estamos caminando hasta un café. — ¿Vas a decirme cómo te sientes en realidad? Lo piensa unos segundos antes de verme. —Furioso y con ganas de encontrarme a Verónica para cantarle la tabla. Asiento, no muy segura de sus palabras. —No me malinterpretes, solo es que… necesito un cierre. —Y, ¿con la golpiza a Andy no fue así? Niega. Llegamos al café y el camarero nos guía por el lugar hasta una mesa en la terraza que nos da una vista a la ciudad. Ian pide nuestras bebidas y por supuesto no puede faltar mi Macchiato. Mientras él ordena no puedo