Max Toco a su puerta y la miro, tiene puesta su pijama de Bob Esponja, me mira confusa, quiero tomarla fuerte y decirle cuanto la amo hasta quedarme sin voz — Ahora que Max – dice irritada, sonrío, hasta cuando está enfadada me encanta — María quiero decirte algo – digo y ella enarca una ceja — No me interesa, ahora estoy ocupada – dice y me pongo tenso, ¿estará aquí el imbécil de su noviecito?, no puede ser, María no puede estar con ese idiota aquí, donde estuvo conmigo, donde la hice mía por primera vez — ¿Estas con tu novio? – pregunto con los puños apretados, ella arruga el ceño confuso y después se pone tensa — Si…, claro… está en mi cuarto, así que mejor vete –dice irritada, siento como la rabia me llega a la cabeza, entro a su departamento y me adelanto a su habitación, ella