María
Han pasado varias semanas desde que murió don Emiliano, Max sigue muy triste, esta callado y distante, sé que lo extraña mucho, me gustaría decirle que todo va estar bien, que seguro está en un lugar mejor, tal vez en el cielo con su mamá, quisiera poder tener las palabras correctas que hagan que sane su corazón, pero sé que nada de lo que diga aliviara su dolor.
Mañana se leerá el testamento de don Emiliano, Bruno es el más interesado, creo que habló con el abogado para agilizar la lectura, nunca voy a terminar de sorprenderme de la codicia y perversidad de Bruno.
Estamos sentados en el despacho que solía ser del papá de Max, Bruno está con los brazos cruzados visiblemente impaciente, Ailín está sentada junto a la Sra. Isela frente al abogado, Max está de pie a mi lado.
Yo no qu
