Logan Había pasado los últimos días tratando de no pensar en ella y ahora parecía que la maldita casa olia a jodidas rosas. Era una maldición el que la recuerde y no poder verla, no poder tenerla conmigo. Los golpes en la puerta, no solo me irritaban, me hacían querer golpear al culpable. Ahora que estaba por enloquecer alguien venia a molestar e imaginaba que uno de los muchachos seria. ¿No podían dejarme tranquilo ni siquiera en mi maldito día libre? Cuando abrí la puerta no me espere encontrarme a Michael y mucho menos cantando de manera totalmente desafinada una maldita canción de la novicia rebelde. -Donde empieza mi lección repitiendo la canción, mira siempre la intención, fácil es poder cantar. Sol, el que nos da calor, la que siempre sigue al sol. Si, es lo contrario al