Despierto al sentir cosquillas en mi cuello bajando a mi pecho, luego a mi vientre y ahí a mi m*****o. Por Dios amo cuando ella me despierta de esta forma, siento su boca subir y bajar por mi pene trato de seguir haciéndome el dormido, pero su boca es el puto cielo, por lo que se me escapa un gemido cuando me corro. Ella en lugar de apartarse succiona más fuerte hasta que se levanta para verme con ojos de traviesa. - Buenos días – dice subiéndose sobre mi - Los que te voy a dar – respondo sentándome para quedar cara a cara con ella. El viernes antes de irnos ella tuvo cita con la ginecóloga, eligió la inyección de cada tres meses, la doctora se la puso y debemos esperar dos semanas antes de poder tener relaciones son protección. - No podemos amor, por qué debo ir a la universidad ant