Los días en el palacio se han vuelto tensos y al mismo tiempo cotidianos. Ahora que sé que los síntomas qué tenía era a causa de mi embarazo, me siento un poco más tranquila luego de ser atendida por el medico, el cual ahora sé que me atenderá en todo este proceso. Las náuseas han disminuido y mi apetito es voraz, tengo hambre la mayor parte del tiempo y por suerte no me han limitado la comida, de hecho fomentan en mi una buena alimentación basada en frutas y verduras. Aunque tengo un especial aguardo por los melocotones, en general nunca me habían gustado de esta manera, pero hoy en día podría solo comer melocoton sin sentirme suficientemente saciada. Comer me distrae de lo que sucede a mi alrededor. Rosette me sigue acompañando como mi dama de compañía, aunque me ha dicho que habrá muc

