Abro los ojos y enseguida escucho la lluvia. Desde que perdí a mis padres, es la lluvia lo único que he escuchado al despertar, es como si el mismo cielo estuviera igual de gris que mi propia vida. Llora mis perdidas. Intento levantarme, pero mis brazos y en general todo mi cuerpo se siente extraño, muy pesado y poco dispuesto a permitirme levantarme de la cama, así que solo intento darme la vuelta para poder ver el balcón y desde ahí observar la lluvia, pero en ese momento me encuentro con el rostro de Valois e instintivamente, mi cuerpo, asustado, intenta huir o al menos moverse lo más lejos de él porque no lo quiero cerca de mí. —Isi—lo escucho pronunciar mi nombre y enseguida siento repulsión por llamarme de esa forma. No respondo, solo me doy la vuelta mientras esas imágenes aparece

