Alessandro se dirigía a su oficina cuando vio a Abril paseando por el jardín en compañía de Noah, no había ninguna sirvienta acompañándola, eso a él le pareció extraño y le dijo a Gabriel. _ Adelántate, yo iré después. Gabriel al ver a dónde se dirigía el rey dijo para sí mismo. _ Este parece ser otro día en el que tendré que hacerme cargo de todo. Gabriel sabía que cuando el rey se reunía con su esposa dejaba todo el trabajo atrás, él se perdía durante el resto de la tarde. Eso a Gabriel seguía pareciéndole extraño, le costaba creer que el rey quien cumplía diligentemente todas sus obligaciones dejara todo por ella. Cuando Alessandro llegó donde estaban Abril y Noah, vio que Abril tenía marcas rojas en sus brazos, como si la hubieran agarrado con mucha fuerza. _ ¿Qué te ha pasado?