La tercera rueda.

1959 Palabras

Leila: Me di cuenta que la idea no le gustaba así que solo corregí la pregunta. ―¿Se pueden quedar aquí hasta que Cece regrese? Él frunció el ceño por un largo rato. Aun seguíamos en la sala parados, Emma en el medio de nosotros. ―No crees que es muy rápido vivir juntos?― preguntó indeciso. Claro que lo era, ¿en qué estaba pensando? ―Eh... Si. Bueno lo decía porque mira.― extendí mis brazos.―Esta casa tan grande para mi sola y tu también estarás solo con Emma... se me ocurrió que... ―Está bien, cielo. ― Sonrió ― buscares algunas cosas entonces más tarde.― recalcó. Dicho esto me beso en la frente y salió de mi vista a alguna parte de la casa sin mirarme a los ojos. Ok, eso había sido raro. **** Estábamos desempacando algunas cajas, el tema de Cece o de ellos viniendo a quedarse

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