Leila:
A la mañana siguiente la casa estaba completamente sola. Al rodar en la cama sentí el vacío que dejaba Matt. Me levanté sin ánimos, abatida por el sube y baja de emociones que había sentido la noche anterior. Entre en el baño para darme una ducha con intención de animarme un poco, pero no funcionó.
En el camino hacia mi oficina recordé la conversación que había tenido con Matt sobre mi padre. El había ido hacia él pidiéndole el favor de hablar conmigo. Yo no sabía nada de él, para ser exactos, no conocía a la persona que prácticamente me dio la vida. Las únicas palabras que recordaba haber compartido con él después de grande eran las de aquella vez en mi anexo, luego del secuestro.
Entre al edificio. Todos sonreían, lo que me hacía ver más triste. En el ascensor tomé una boca
