CAPÍTULO #20.
Fui una cobarde, no pude, no estaba lista para dejar ir lo que tanto esperé, tampoco estaba lista para alejarme de esa pequeña. Sólo le pedí que me abrazara, tanto dolor no me cabía en el pecho.
—No puedo tomar un lugar que no me pertenece, ¿Qué le digo?
—No estás haciendo nada de eso, ella sabe que no eres su madre, desgraciadamente —dijo en tono triste. —. Permiteme darle esa familia que por años no le pude dar. No existe alguien mejor que tú, ella te adora.
—No lo sé Alex —fui sincera.
—Vamos, se dará —rodeó mis hombros y regresamos con la niña.
—Lissy —corrió a abrazarme. —. Tú me quieres, por eso lo dije.
Me agaché quedando a su altura. —Chiquita, claro que te quiero, yo siempre estaré ahí, siendo todo lo que tú quieras, tú tía, tu maestra, tu mamá, tu mejo
