Observo detenidamente como mi hermano se desenvuelve al defenderme, hacía ya mucho tiempo desde la última vez que asistí a uno de sus casos, pero nunca pensé que terminaríamos así. Creí que después de lo sucedido Alessandro se rendiría, pero veo que sigue empeñado con que yo salga siendo la mala del cuento. Giro levemente la cabeza para ver a Alex casi al final de la fila, éste me sonríe con amor, le sonrío de vuelta antes de pararme. —No estoy dispuesta a permanecer casada con éste demente —señalo a Alessandro. —. Y además del divorcio quiero una orden de alejamiento tanto para él como para su enfermera, no me importa su dinero, no quiero nada de él, sólo el divorcio. Y de ser posible me gustaría que le realizaran unos exámenes psicológicos porque personas como él no deberían andar ta