Alegra La separación de Tristán afectó mucho a David, aunque él se encargó de no decírmelo. Le afectó tanto, al grado de que jamás lo había visto así, deprimido, triste y frío, tan frío que pensé que incluso estaba enojado conmigo. Fue como si hubiese habido un cambio radical e inesperado en él, uno que en cierta forma me dolió y me hizo temerle un poco. Yo no sé, honestamente, que es perder un amigo, uno tan cercano como Tristán, porque jamás lo he tenido. Antes, solo hablaba levemente con mis compañeros de trabajo, y con Pedro, pero nada como la amistad que ambos tenían; eso iba más allá de lo insuperable. Sin embargo, con esta ruptura, conocí otra parte de mi marido, que honestamente me tomó por sorpresa y que tuve que aprender a manejar. Ya no era el hombre de negocios, ni el hom