°❀⋆・ᥫ᭡⋆゚❣︎ Eleonor ⋆˚✿ La mañana apenas comienza y ya trae consigo ese dolor familiar en la cintura. Mi periodo ha llegado, en el peor momento y sin piedad, como cada mes. Me cuesta moverme, pareciera que mi cuerpo está hecho de plomo. Y aunque el día apenas inicia, ya se siente cuesta arriba; hoy es el operativo. Nos preparamos en silencio, con la eficacia que da la costumbre y el peso del día que se avecina. El desayuno fue casi un acto simbólico: pan tostado y café que ya sabía a poco. Nadie dijo nada. No hacía falta. Todos lo sentíamos, esa tensión invisible que se instala cuando sabemos que el riesgo es real y cercano. Sé que no debo pensarlo, que el miedo es una grieta peligrosa. Pero también sé que somos humanos y que la valentía nunca viene sola, siempre la acompaña la duda, a

