1 mes después: 9 de febrero Estoy a punto de vivir el momento que jamás creí que sería posible en mi vida. Mi ya casi cuñada me ayuda a colocarme el vestido de novia que pensé que nunca utilizaría y siento todo mi cuerpo temblar de emoción al ver cómo me veo con él. —Cuñi, no llores que se te arruinara todo el maquillaje. — Me regaña Amaia haciéndome reír. —Es que todo esto es muy fuerte para mí, nunca llegue a imaginarme que alguien podría amarme como lo hace tu hermano, y mucho menos que nos casaríamos. — Explico con mi voz quebrándose. Me abraza fuerte y es como si me estuviese abrazando mi madre, esa madre que perdí... —Nunca más digas una cosa así. Sé que al principio me opuse a la relación que tenías con mi hermano, pero cuando comencé a conocerte me di cuenta de lo increíble pe