Mauricio y Benjamín Black, terminan de atender a la mujer, quién no para de llorar, por la noticia de la empresa, todos nos encontramos en shock aún. -La empresa esta perdida-susurra Adam sin entender nada. Es como si no qusiera recordar, que alguna vez fue dueño de un imperio. -¡No puede ser! ¡Nuestro patrimonio destruido!-lloriquea mi suegra, se puede notar sus respiraciones aceleradas. Ninguno de sus hijos se acerca a ella, todos intentan mantenerse serenos, intentando salir del shock de ver vivo a mi esposo. La voz de Fernando es lo único que se escucha en este silencio incómodo: -Cómo sigues con vida. Ustedes siguen estando casados. Lo que va a pasar es... -Nos vamos a divorciar-comenta despectivamente el que se supone es mi esposo. Todos dejan salir un sonido de sorpresa. Sus