Sigo sin rumbo fijo para poder despejar mi mente. Mi vista está clavada en el suelo. Pero mi mente se activa, en Telluride, todo el mundo se conoce. Me acerco a una persona y comienzo a preguntar por la casa de Ryan. Sigo preguntando a las personas hasta que me encuentro con una mujer conocida. La mujer rolliza se sorprende ante mí figura, le sonrió amablemente, ella sonríe nerviosa y mira a todos lados. -Buenos días señora Camille, me parece que no se acuerda de mi soy Natalie. -¡Oh si!. La amiga de Ryan. -De hecho, ya somos novios. -¿Novios? ¡Vaya! Es bueno saber que Ryan, encontró a una buena mujer, además de hermosa. -Muchas gracias. -¿Qué haces aquí? -Me comentaron que aquí vive mi novio. Y la última vez que vine su madre se puso mal. Se que ha pasado mucho tiempo. Pero quisie