Estoy por irme a la ducha cuando tocan el timbre, abro y Charly sonríe al verme medio dormida.
—Buenos días Amber.
—Hola Charly, perdón, pero no sé qué tienen de buenos.
Me muestra una bolsa con algo que huele delicioso y entonces sonrío.
—Parece que después de todo, sí hay algo bueno está mañana.
—Te traje algo para desayunar, me imagino que los vecinos no te dejaron dormir.
—No, ¿a ti tampoco?
—No, hace unos días que se cambiaron y la verdad es que es una locura, entran y salen parejas todo el tiempo.
Traigo unos platos de la cocina y el café para poner el desayuno que trajo Charly.
—¿Cómo supiste qué había llegado?
—Ayer me encontré a Kenneth cuando iba saliendo y me comentó que no tenías nada en el refrigerador.
—Muchas gracias Charly, más tarde tengo que ir al supermercado
