no siempre hay que quedarse con las primeras impresiones, muchas veces son solo el reflejo de lo que queremos ver
- eres un hijo de perra - le digo enojada - tu nunca vas a ver nada de lo que yo hago por ti. Ni siquiera de porque mierdas sigo contigo. Cuando ya no te soporto. Cuando siempre buscas la manera de arruinar mi vida, no soy tu madre o las putas con las cuales te revolcabas en la cárcel. Si no eres capaz de tratarme como tu mujer y respetarme te diré a Dios. Te juro por mi madre que te diré a Dios.
Me giro caminando en la playa y sentándome ahí del enojo que tengo por sus estupideces.
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VLADIMIR
- ese golpe se ve que dolió - afirma una voz detrás de mi.
Miro de reojo y es el medico de mierda
-¿que quieres?- le gruño - ¿burlarte de mi?
-¿porque lo haría?-
