Iktan Mi bestia se muestra inquieta desde que volvimos de la reserva, han sido solo dos días desde que estuve allá y no he podido calmarla. Ni siquiera Aura es capaz de hacerlo porque se la pasa provocándome y no sé si lo hace de manera inconsciente pero cada vez es menos posible mantenerme quieto. Quiero decirle lo que soy y todo lo que me provoca, pero también me da miedo que vaya a huir de mi lado o que crea que estoy loco. O peor, que me exhiba y mi familia quede expuesta. —¿Es mal momento para entrar? Porque parece que vas a perseguir a tu presa en cualquier momento. —¿Perseguir a mi presa? —Caminas de un lado a otro como felino hambriento. —¿Felino? ¿No podría ser más bien otro tipo de bestia la que ves delante de ti? –respondo algo ofendido por su absurda comparación. —